sábado, 21 de febrero de 2009

Solía reconocer el otoño



Solía reconocer el otoño
antes de la caída de las hojas
porque el sol dibujaba con ellas formas peculiares
en las paredes y en la vereda

Caminaba despacio sólo mirando
Eran idénticas todos los años
viejas conocidas que retornaban

Después deslizar los pies
para no lastimar la fronda amarillenta, esparcida...
me traía una tristeza resignada, mientras las ramas retorcidas
prometían sus brotes para agosto


Julio se desnudaba siempre al viento
y la envoltura del frío declaraba la certeza de la mutación imprescindible
de los tiempos
Agosto llegaba con flores tempranas
que me parecían las mejores
Y setiembre con los perfumes en tropel
como una carcajada
exacerbación del color

El sol hacía dibujos distintos con las ramas nuevas, tupidas
difíciles de seguir...
entonces prefería las damas de noche
estrellas terrestres

Pensaba que esa belleza jamás se encontraba
que las sombras proyectadas en abril
nada sabían acerca de las flores nuevas
que todo sucedía con la única constante
de mi mirada..

...Luego supe
que las diversidades y las distancias
la proximidad y la unificación
son el mismo recorrido de ida y vuelta
con la única variable
de mi mirada.

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