domingo, 17 de mayo de 2009



Cuando me hieres de esa muerte que no llega a morir..
Cuando me atraes para luego arrojarme...
y una parte queda lejos
y otra entre tus manos...
Cuando me enrollas y me extiendes
me entibias y me quemas,y me lanzas al viento desvestida
qué haré, si no regresas a abrigarme?
Forzadamente tal vez, con la escasa tibieza de tu pecho...
en la pequeña cavidad de tus manos,
y la inerte estampa de tu desnudez,que sin pertenecerme
ni ahora ni nunca
vuelve a cobijarme...
blanda y jugosamente
revivida

No me lamentes
sé compasivo
no busques dentro de ningún dolor

Dónde y cuándo esta fortaleza existió
que ni yo sabía...
He de dejarla ser.
Sin escarmientos, ni merecimientos
con esa pureza inconcebible del amor...

No te incomodes por mí...
ya me voy

No hay comentarios:

Publicar un comentario