Si este trébol fuera Dios, que lo es,
diría que su fragilidad se impone en el paisaje
Refleja los verdes que descienden
refracta una belleza ancha
extralimitándose
Tartamudea acentuando el viento
El hilo del tallo lo acompaña en vuelo
Todo ese trébol es Dios
Todo Dios está en un trébol de tres hojas
diciéndome cosas a mí Dios
y a mí trébol
Dialogamos
Le contesto
Y queda embebido de mí
convexo
Luce etéreo y entregado
Permanezco inmóvil
como si la tierra me poseyera
además de atraerme
También el cielo ha descendido
hasta nuestro contorno
También el aire bebe de él
que se derrama
y de mí que soy de agua
Y aún tengo sed
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